domingo, 7 de octubre de 2012

Accidente



Los accidentes son sucesos que tienen lugar en un lapso muy breve. Desde la causa al efecto transcurren en la gran mayoría de los casos, muy pocos segundos; a veces, una fracción de segundo. 

Según la OMS, "un accidente es un suceso independiente de la voluntad, desencadenado por la acción súbita y rápida de una causa exterior" .

En la actualidad, los accidentes se han convertido en verdaderos estigmas para la salud pública a causa de las altísimas tasas de morbilidad y mortalidad que los caracterizan. En todo accidente deben tenerse en cuenta:


  • el huésped, que es la persona accidentada;  
  • el agente, que es la causa que produce el accidente
  • el ambiente, que es el lugar donde ocurre el accidente. 

La OMS ha dividido los tipos de accidentes en ocho grupos.
Accidentes de tránsito: provocados por automóviles, camiones, colectivos y motoci­cletas. Comprenden el 36% del total.
Accidentes causados por otros medios de transporte: como bicicletas, trenes, avio­nes, barcos, etc. Suman un 6,2%.
Caídas: de escaleras, desniveles, el porcentaje es de 22,1%.
Ahogamientos: por obstrucción de las vas respiratorias, inmersión en el agua. Repre­sentan un 8,6%.
Quemaduras por fuego: con gases inflamables, líquidos combustibles, sólidos, como papel, madera, etc. Comprenden el 4,5%. Envenenamientos: con sustancias tóxicas, como medicamentos, insecticidas, gases de combustión. El porcentaje trepa al 3,8%.
Heridas de bala: causadas por armas de fuego. Alcanzan el 1,3%. Otras causas: por instrumentos cortantes, artefactos eléctricos, etc. Representan aproximadamente el 17,5%.

Accidentes en el hogar
La mayoría de los accidentes ocurren en el sitio que parece más seguro: el hogar. En cada uno de los cuartos hay elementos peligrosos, siempre que no se tomen las precau­ciones necesarias para evitar riesgos.
A veces se observa, tanto en niños como en adolescentes y adultos, una predisposición a los accidentes. En algunos países del mundo existen grupos de ayuda en los cuales adolescentes y adultos se reúnen para escucharse y reducir este tipo de peligros.
Los accidentes hogareños más comunes son intoxicaciones, problemas con artefactos eléctricos, caídas, heridas y quemaduras.
Intoxicaciones. Se denomina intoxicación a la penetración en el organismo de sus­tancias tóxicas a través de diversas vías, como la digestiva, la respiratoria o la cutánea. Los tóxicos pueden clasificarse, de acuerdo con su origen, en; biológicos: por ejemplo, venenos inoculados por mordeduras de animales venenosos; sustancias químicas: alcohol, ácidos y álcalis; metales: mercurio, plomo, etcétera.
En el hogar, las intoxicaciones se producen, generalmente, por la ingestión de fósfo­ros, detergemos, limpiadores de horno y de vidrios, insecticidas, raticidas, fertilizantes para plantas, lavandina. alimentos en mal estado: por ingestión o inhalación de pinturas, aguarrás, querosén, adhesivos, perfumes.
Otra de las causas más comunes es la inhalación de gases que se desprenden de hor­nos, calefones, estufas, etc. Por ello, es importante controlar la correcta instalación de esos artefactos, cerrar las llaves de paso del gas cuando no se utilizan y tener ventilación adecuada en todos los ambientes del hogar.

Algunas medidas que permiten evitar este tipo de intoxicaciones son las siguientes:
  1. no automedicarse, ni siquiera con productos sugeridos como naturales
  2. no cambiar los envases originales;
  3. rotular todo envase en que no se distinga la indicación de su contenido;
  4. no decir a los niños que los medicamentos que toman son golosinas

Problemas con la electricidad. 
La corriente eléctrica accede a las viviendas a tra­vés de un circuito que tiene varias panes: medidor de energía eléctrica, fusibles y toma-corrientes o enchufe. 
Los desperfectos eléctricos pueden producirse en cualquier parte del circuito.
Algunas medidas de prevención de este tipo de problemas son:
  1. no utilizar artefactos eléctricos con cables pelados
  2. al cambiar una lamparita eléctrica, debe cortarse el suministro de electricidad
  3. no desconectar artefactos eléctricos tirando del cable
  4. proteger los tomacorrientes con lapas de seguridad;
  5. observar que todo artefacto eléctrico tenga descarga a tierra, especialmente.
  6. no utilizar secadores de cabello u otros artefactos similares sobre pisos mojados

Caídas. 
Estas han llegado a ser una de las causas más importantes de lesiones, tanto en el hogar como en el trabajo. Para evitarlas, es necesario tomar algunas precauciones:
  1. no dejar objetos tirados con los que alguien pueda tropezar
  2. iluminar las escaleras;
  3. colocar alfombras de plástico en las bañeras para no resbalarse-no encerar demasiado los pisos
  4. poner barandas sólidas en los balcones
  5. cerrar los cajones de escritorios y archivos una vez utilizados.

Heridas. 
Las heridas son lesiones o traumatismos de un tejido.
Las heridas punzantes son causadas por objetos puntiagudos, como clavos, agujas, etc. Su gravedad varía según el grado de profundidad: su "puerta de entrada" es pequeña y son difíciles de higienizar.
Las heridas cortantes son provocadas por objetos filosos, como los cuchillos, y las heridas contusas son causadas por objetos romos, que. generalmente, afectan a planos profundos de la piel. Éstas suelen ser bastante dolorosas, ya que se ven afectadas las ter­minaciones sensitivas de los nervios, y su gravedad reside en la extensión y profundidad, en los órganos que se hallen comprometidos v en el tipo de hemorrasgia que provoquen.


Quemaduras.
Son lesiones de tejidos, algunas superficiales, otras profundas pueden dejar secuelas funcionales y estéticas. Los agentes que producen quemaduras son de distinto tipo:
físicos: electricidad, radiaciones (radiación solar, rayos X. cobaltoteiapia. etc.). 
tempe­ratura (por baja temperatura. por ejemplo, en zonas de montaña, o por alta temperatura, por ejemplo, vapor de agua):
químicos: uso de ácidos, álcalis o agentes corrosivos;
biológicos: contado con aguas vivas (medusas), picaduras de insectos. 
Las lesiones producidas por quemaduras se clasifican teniendo en cuenta su extensión y su profundidad.
Extensión de la lesión: es el porcentaje de superficie corporal que se ha visto afectada. Para expresar la extensión de una quemadura, se recurre a la "regla de los nueve'": se divide el cuerpo en doce regiones, cada una de las cuales ocupa un 9% de la totalidad de la superficie corporal, con excepción de los genitales que ocupan un uno por ciento.
Profundidad de la lesión: la profundidad de una lesión depende del agente que la cause. Según su profundidad, las lesiones se clasifican en tres grados.


  • Quemaduras de primer grado: son las más superficiales, y se caracterizan por erite­ma y enrojecimiento de la piel. Por ejemplo las quemaduras provocadas por el sol.
  • Quemaduras de segundo grado: se caracterizan por la presencia de flictemas (ampo­llas) de tamaño variable, llenas de líquido (plasma sanguíneo). En estas quemaduras, se ha destruido la capa superficial de la piel y se ve afectada la capa basal. Siempre son curables.
  • Quemaduras de tercer grado: se ven comprometidas todas las capas de la piel (epi­dermis y dermis) y. en algunos casos, afectan la grasa, los músculos e. incluso, el hue­so. Se forman escaras, negras, amarillas, que no poseen sensibilidad y, alrededor de estas, los tejidos que han sido dañados provocan muchísimo dolor. El tratamiento para estas lesiones es el injerto de piel.

Por lo general, las quemaduras de tercer grado alteran la red vascular y. entonces, el cuerpo pierde líquido y sales hacia el espacio extravasen lar. La disminución del cau­dal circulatorio resultante se denomina hipovolemia. y la terapia consiste en incor­porar líquidos y sales.
La piel quemada es un campo propicio para el desarrollo de bacterias. Si hay infección, disminución de defensas y deterioro del estado general del paciente, puede producirse septisemia.



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